El insomnio se define como una incapacidad para mantenerse dormido u obtener un sueño lo suficientemente profundo, lo cual crea numerosos problemas fisiológicos con el tiempo. El insomnio se debe a diversos factores, como el estrés, la depresión y la ansiedad. Asimismo, nuestro estilo de vida influye en la forma en que dormimos. También, puede ser causado por cambios de horarios o modificación de hábitos.
Es muy común que una persona no pueda dormir después de una discusión en el trabajo o una pelea con su pareja, tampoco si ha comido mucho en la cena o si está pendiente de lo que ocurrirá al siguiente día, lo cual que genera ansiedad.
Debe estar acondicionada para facilitar el reposo. Es conveniente dormir con la luz apagada y evitar los dispositivos eléctricos como el móvil, la radio, la televisión u otros dispositivos que no contribuyan a crear un clima de relajación.
Las comidas pesadas unas horas antes de la hora de dormir pueden ocasionar indigestión y malestar. Esto produce una incapacidad para dormir. Trata de consumir alimentos ligeros y saludables antes de dormir, como los productos integrales y la fruta. Evita las comidas altas en grasas y carbohidratos.
El deporte genera endorfinas que pueden dificultar el conciliar el sueño de forma inmediata, por lo que se recomienda hacer ejercicio antes de las 8 p.m.
Si el estrés ocasiona tu insomnio, establece una rutina antes de dormir que te permita relajarte y desestresarte antes de dormir como: tomar una ducha caliente, escribir tus pensamientos de ese día o leer un poco para conciliar el sueño.
O al menos debes dejar pasar 4 horas antes de irte a la cama, ya que tu sistema nervioso estará muy estimulado y no podrá relajarse y conciliar el sueño.
Si tienes dificultades para dormir, es posible que quieras tomar siestas durante el día. Sin embargo, esto puede hacer que quedarte dormido sea mucho más difícil. Trata de limitar las siestas durante el día o, mejor aún, evítalas del todo. Si no puedes continuar sin una siesta, no lo hagas por más de 30 minutos y hazlo antes de las 3 p.m.
Es importante no utilizar el dormitorio como lugar de trabajo o para realizar actividades que no estén relacionadas con el descanso.
Con la meditación y la relajación podrás ayudar a regular los ciclos del sueño.
Ciertas melodías harán que duermas mejor, sobre todo si es música clásica o sonidos de la naturaleza, como una cascada, las olas del mar, los pájaros, etc. Tienes que concentrarte en la música y relajarte, tu cuerpo se irá durmiendo poco a poco.
La Valeriana es tranquilizante e induce al sueño, la Pasiflora ayuda a mantener el sueño y la Amapola también evita que te despiertes durante la noche.
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