En el camino se viven experiencias muy fuertes que nos llevan a sentir rabia e impotencia de algunas acciones, lo que va haciendo que nuestro interior se llene de sentimientos muy negativos y muchas veces no nos permiten avanzar, es como si tuviéramos algo muy pesado en nuestro andar.
Cuando decidimos perdonar, sentimos que podemos liberarnos de una presión en el cuerpo, además de abrir nuestras emociones y poder alcanzar las metas más necesarias.
El perdón es inmensamente práctico y útil. A medida que aprendemos a perdonar, muchos problemas (incluso de salud) desaparecerán gradualmente. Lograrás sentir como se abren los caminos hacia nuevas oportunidades que surgirán de la nada. No hay mayor sensación de tranquilidad que pedir perdón y perdonar. Las heridas se cierran y se alivia el alma y el corazón
Es importante entender que el perdón no solamente se da con otras personas sino también con nosotros mismos, ya que a veces estamos dolidos y resentidos por algo que pudimos controlar y no lo hicimos. Lo que hace sentirnos despreciables frente a los demás.
Debemos perdonarnos por actos que hemos cometido consciente o inconscientemente y así quedar liberados de todo pensamiento malo, que nos traía dolor y sufrimiento, y que evitar ser arrastrados a una vida de miseria. En realidad nuestras desgracias son consecuencias de errores que no hemos sabido perdonar con anticipación.
Los beneficios del perdón
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