La mayoría de las veces para conseguir nuestros objetivos se requiere trabajo, esfuerzo y perseverancia para lograr un buen resultado o llegar a la meta que tanto deseamos, es por eso que debemos tener en cuenta lo siguiente:
Para lo que quieres hacer en la vida. Seguir ese camino con empeño y perseverancia, cada día con mayor motivación hasta conseguir el resultado final.
Con la mayor frecuencia que se pueda el punto anterior, para así llegar a ser experto y lograr aquello que se decidió alcanzar.
Muchas veces, alcanzar el resultado que deseas puede tomar un tiempo mayor de lo que esperabas. Debes tener paciencia y no rendirte.
En algunos momentos se puede pensar que la suerte te favorece o que lo que está pasando es algo fortuito, pero no es así, ya que para cumplir cada meta debes convencerte, animarte, motivarte y trabajar mucho para ello, con firmeza, constancia y mucha perseverancia.
En donde llegas a sentir que no puedes más, pero no debes desfallecer, el éxito solo depende del esfuerzo que pongas en ello. Y será muy gratificante la sensación que queda tras el trabajo bien hecho.
Ni consiste en solo dedicarle horas, no es consumir tiempo laboral por consumirlo; al contrario, consiste en aplicar el esfuerzo eficiente y productivamente, para generar para ti mismo o para la empresa a la que trabajas, un excelente resultado.
¡Anímate a conseguir el éxito, en todo lo que te propongas!
El coaching se fundamenta en la posibilidad de presentar a otras diversas posibilidades para accionar sobre una situación que le está ocurriendo en algún contexto de su vida, que puede potenciar sus talentos y tomar las mejores decisiones. Sin embargo, la decisión de llevarlo a cabo es del coache/cliente.
Si el Coachee/Cliente, logra diseñar el objetivo o los objetivos de lo que tiene en mente como un deseo o un sueño, ampliando la mirada con otro observador de fenómenos y hechos, identifica sus creencias limitantes y los juicios en torno a ello, su misión podrá cristalizar y llegar a la meta deseada. Los objetivos son el cómo queremos llegar. Refuerzan la persistencia y su aprendizaje. Cuando la mente tiene un objetivo definido puede enfocarse, puede dirigirse, volver a enfocarse y dirigirse hasta llegar a él.
Esa energía se desvía en todas las direcciones. Esto nos puede dar temor, movernos en zona de confort, cambiar creencias y desaprender nos es parte de la rutina. El cuerpo se alinea con lo que sentimos y pensamos, ¿Qué podemos hacer?
De esta forma la mente puede conducir los pensamientos y acciones para dar como resultado lo que esperamos (sentimiento, pensamiento- acción y resultado). La mente necesita mensajes claros para actuar con eficiencia.
“Son capaces de definir con precisión sus objetivos”. Cuanta mayor sea la claridad con que se expresa el objetivo, mayores son las posibilidades de alcanzarlo. Cuando se logra dar una definición muy explícita de lo que se quiere, además nos estamos dando los medios para acceder al resultado.
¿Tienes claros tus objetivos?
¿Disminuye tu temor si realizas un plan claro?
Definido con claridad. ¿Qué?, ¿Quién?, ¿Dónde?, ¿Cuándo?, ¿Con qué?
(Indicadores); ¿Cómo saber que se está cumpliendo?
El objetivo se debe formular de forma que sea alcanzable. Una vez formulado se pueden definir, en conjunto, las acciones que se pondrán en práctica.
Un objetivo debe ser simultáneamente desafiante y realista. Los desafiantes son objetivos más motivadores. Un objetivo es realista cuando, a pesar de ser un reto, el Cliente cree que lo logrará y se muestra decidido a hacerlo.
La definición del plazo para la especialización del objetivo y/o el cronograma de las tareas, pueden ser de gran ayuda para llevarlo a cabo.
No te olvides de chequear tus valores, cómo estos pueden regular tus acciones. Deseo que puedas realizar tus objetivos y seguro se disipará el temor y el camino al éxito será más claro en equilibrio y bienestar.
Escrito por: Lic. Doménica Ardizzone
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Muchas gracias por la información. Gran aporte de esta web. Saludos!