El embarazo puede ser percibido desde muchos ángulos. Cuando una mujer se entera de su gestación o periodo prenatal ante los síntomas que emergen con la presencia de la vida de su hijo en su cuerpo, comienza inevitablemente una etapa de cambios físicos, químicos, emocionales, psicológicos y sociales.
La etapa uterina para el feto, hoy por hoy se considera la primera escuela., ese espacio maravilloso donde se forma y hace las primeras interacciones con el medio que le rodea.
Es un nuevo universo que se desvela a través de la formación ella obtendrá información junto a técnicas y herramientas en la que basara la toma de decisiones iniciales que impactaran al hijo por nacer para el resto de su vida.
Es un nuevo universo que se desvela el cual requiere de compromiso, información y formación para comprender que la madre de su hijo está presentando cambios significativos algunos temporales y otros permanentes.
Él es una pieza clave del rompecabezas, el equilibrio de ese embarazo y la vida futura de su descendencia.
Como facilitadora de nacimiento a través de los talleres de educación prenatal., corroboro el impacto positivo y el cambio de percepción que muestra la madre y el padre al formarse.
Pasan de ser seres pasivos que cumplen, en el mejor de los casos, con el control prenatal; a ser padre y/o madre actores activos en el proceso de desarrollo evolutivo de su hijo.
Muchos padres, preparan un plan de parto adaptado a lo que quieren. Deciden cual es el mejor medio y las condiciones en las que pasaran el trabajo de parto, el expulsivo al igual que a quienes quieren tener cerca en el proceso, que ambiente y lugar de nacimiento quieren para su hijo, que limites pondrán ante la rutina hospitalaria, etc.
El positivo impacto emocional que recibe la madre al tener el conocimiento, la compañía de su pareja, la confianza en el médico o comadrona, la empatía de una doula son definitivamente claves para el éxito de la gestación, trabajo de parto, nacimiento, post natal, para la vida que recién llega junto a la familia.
La formación sigue ininterrumpidamente utilizar técnicas de crianza, manejo de conflictos o negociación, comunicación eficaz, un plan de vida por hijo estructurado en base a lo que a él le gusta y respetando sus inclinaciones hacen la diferencia.
Los padres comprometidos aprenden, reaprenden, aplican para obtener resultados. Al dejar la ignorancia se observa menos desgaste en la dinámica familiar, armonía en la relación, hijos seguros, felices, compasivos.
Escrito por: Brigitte Silva
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1 Comment
Un articulo muy interesante. Muchas gracias por la ilustración. Reciba un cordial saludo.