El amor está compuesto por muchos aspectos y no se me hacía fácil escribir sobre uno de ellos, lo primero que me llegó a la mente despertando mi niña interna enamorada fue la imagen de una etapa de mi infancia protagonizada por un álbum de estampitas coleccionables, cada una de ellas impresa con imágenes sencillas acompañadas de frases simples que nos recordaban lo fácil que es expresar ese gran sentimiento en cada acto de cotidianidad.
La lista comenzaba a hacerse cada vez más larga cuando repentinamente una imagen interior me alumbró el camino. Ahí estaba al aire libre y entre flores María tomando de las manos a Pedro y aceptándolo como su esposo en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, para toda la vida; …»Aceptas tu?»… ¡¡Esa era la clave!!…
Esa pregunta que marca el gran día y que respondemos automáticamente tiene la clave para hacer de la relación de pareja un verdadero culto al amor. Respondemos: «Si, ACEPTO» aunque muchas veces no estamos aceptando.
Es así como María comienza a pensar que si Pedro no es capaz de cambiar por ella, entonces no la ama, la dejó de querer, y ya no le gusta, Pedro comienza a pensar que María está de mal humor por algo que él le hizo, cuando en realidad María está de malas por algo que ella está dejando de hacer: No está aceptando a Pedro tal como es, Pedro tampoco la acepta y comienzan a resignarse y a conformarse con lo que cada uno tiene del otro.
Así comienzan los problemas, el malestar dentro de una relación donde podríamos sentir que estamos «sacrificándonos» a cambio de muy poco o de nada, pensamos en cambiar para que la otra parte esté bien, pero nos sentimos mal con nosotros mismos.
Es simple porque estamos hechos desde el amor.
Para conseguir el éxito en la relación de pareja solo debemos aceptar, sin resignaciones, sin conformismo. Aceptar hasta el punto donde tu felicidad no se sienta comprometida porque tal vez lo que corresponda aceptar en algunas relaciones es que llego el momento de amarnos a nosotros mismos y tomar otro camino.
Te has preguntado ¿Cómo se puede vivir la aventura de Amar sin desgaste emocional, ni miedo y ser feliz?
Es lo que creemos que se necesita para llegar a tener una relación perfecta, intentamos por todos los medios hacer feliz a alguien y sentirnos plenos.
Tenemos relaciones laborales, amorosas, de estudio, pasajeras, en fin, una cantidad grande para experimentar y lo intentamos las veces que sea necesario.
Comenzamos esta aventura de Amar desprovistos de las herramientas para transitar por los escenarios que nos ofrece, pero sí con un listado interminable de exigencias, ponemos los ojos en alguien que se convertirá en el objeto de nuestro amor y así comienza el teje maneje de la historia, idealizamos, nos enamoramos de lo que creemos ver.
Todos tenemos a esa persona que vive en nuestros sueños y por quién se nos escapa más de un suspiro, vivimos deseando que salga del sueño y aparezca en nuestra vida…
<Yo siempre explico eso del amor ideal como si fuera un traje de buzo… El mío es así, tiene esto aquí y más allá y según sea el ideal, tiene también su talla.>
Un día aparece el «objeto de nuestro amor» y después de unas miradas y palabras que se cruzan comienza el forcejeo, insistimos en colocar el traje, que puede ser una talla XXL para una talla 3S o al revés, casi por regla general nunca coincide nuestro traje con el objeto amado, le queda grande o pequeño, pero eso no lo notamos todavía, seguimos insistiendo en hacer quedar bien el traje en el cuerpo, para que pueda entrar a nadar en las aguas profundas de esta relación y lo peor es que así como mi traje no le queda, el suyo me aprieta por todos lados o me sobra.
Pueden transcurrir años… vidas enteras y no sé si será la costumbre, o el miedo a que pueda ser feliz con otro(a) o quien sabe que será lo que nos hace permanecer en ese panorama, llegados a este punto, es importante retener, por aquello que reza: más vale pájaro en mano…
Desde la infancia se enseña que hay que amar a Dios, amar el país, amar la ciudad, amar a los padres, amar a los hermanos, amar a los vecinos, amar a la humanidad y no se enseña lo más importante: AMARTE A TI MISMO.
Cuando no nos amamos, condenamos a los otros, es la salida… Ver en otros lo que no queremos en ver en nosotros, nos resistimos a parecernos a…
El juicio y la crítica son la constante y lo que oculto en mí se crece más y más.
Cuando no nos amamos, evitamos:
Buda dice: «Amate a ti mismo y observa: hoy, mañana, siempre»
Cuando nos amamos y nos observamos, aceptamos lo que reconocemos en nosotros, no intentamos reprimirlo, somos afecto, bondad, compasión y gentileza por nosotros mismos, que luego se extiende a todo lo observado.
A veces soy la Luz a veces la oscuridad, a veces soy la guerra, otras, la paz … Dice la canción… Y Yo Soy aceptando…
Se cierra la brecha entre el observador y lo observado, por lo tanto, lo observado desaparece al ser aceptado, donde está la atención, estás tú.
Amar el cuerpo, la mente, el organismo y aceptarlo tal como es, esto nos libera de todo lo que la sociedad impone y podemos comenzar a disfrutar la simpleza de la vida.
Eso es estar en el ahora y en este estado meditativo, entraras a AMARTE, recordarás tu Ser.
Cuando llegamos a este estado, el apego es innecesario, entonces las relaciones se convierten en diversión, ya no es necesario retener, el miedo se va… eres el AMOR mismo, amándolo todo…
Escrito por: Lolimar Giménez
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