Para nosotros los terapeutas de parejas es frecuente escuchar de nuestros consultantes ¡Mi pareja es un conflicto!, además de las siguientes preguntas:
Las inquietudes al respecto tendríamos que plantearlas de manera diferente, no con el ¿POR QUÉ? cuyas respuestas sostienen lo que consideramos las causas de los conflictos, sino con el ¿PARA QUE? vivimos ese tipo de relaciones que nos muestra los aprendizajes al repetir siempre el mismo patrón en las relaciones con las parejas.
Han cambiado a través de la historia, sin embargo, se ha aceptado que el núcleo de la unión está en el Amor, ese sentimiento intenso del ser humano que partiendo de su propia insuficiencia necesita y busca en el encuentro y la unión con otro ser. Podemos definir la pareja como la unión de dos personas que se atraen físicamente, con intereses comunes y que han decidido estar juntas con un proyecto común de vida, que satisfaga sus necesidades individuales y de pareja.
Plantea su teoría triangular del amor para explicar la estructura de la pareja. Establece que el núcleo de esa estructura es el amor, conformado por tres elementos interdependientes que son: la pasión o enamoramiento, la intimidad y el compromiso.
Casi todas las relaciones de pareja se inician desde LA PASIÓN o enamoramiento, donde hay un fuerte componente de atracción física, muchas veces de índole sexual, que lleva a una sensación de bienestar que nos genera el otro y que hace que cada uno muestre sus mejores cualidades para ser aceptado. Esto conduce a que disculpemos o no tomemos como reales los defectos de la persona amada.
Es un estado de ánimo muy volátil, no puede ser la única base para establecer la relación entre dos personas, debe ser visto como una preparación para entrar en las siguientes fases que llevaran a la estabilidad de la relación en el tiempo.
Se va a desarrollar en el contacto diario, en base a valores tales como la confianza, el respeto, la tolerancia y la comunicación, ya que se necesita valorar y aceptar los sentimientos y pensamientos de cada miembro, para que los conduzca a elaborar acuerdos en sus respectivas conductas sobre los cuales girara la relación.
El compromiso de cada uno acerca de que, a pesar de las dificultades que se presenten, siempre van a trabajar de mutuo acuerdo para resolverlas; la verdadera base del compromiso debe ser el sostener el amor dentro de la pareja.
El mundo interno y las emociones consciente o inconsciente de cada uno, lo conozcan o no, y que contiene aspectos tanto positivos como negativos. Cuando la pasión baja su intensidad y la cabeza toma el mando, empezamos a descubrir esas realidades que el corazón no quería ver. De pronto percibimos las cosas que no nos gustan, esos defectos en el otro que nos irritan y nos molestan.
Es importante tomar conciencia que la relación más importante es la que tenemos con nosotros mismos y que no podemos dar ni recibir del otro lo que nosotros mismos no nos damos.
Entre los elementos que originan conflictos en la relación de pareja esta nuestro Arquetipo sobre la pareja, ese modelo o patrón de cómo debe ser la relación entre dos, basado generalmente en el modelo de pareja que conformaron papa y mama y que llevamos grabado en nuestro inconsciente.
Con ese arquetipo cuando somos adultos lo que nos gustó del modelo de pareja de los padres lo vamos a buscar en la pareja, y lo que no nos gustó de esa relación lo vamos a rechazar.
Este arquetipo hace que se atraigan a la relación hombres y mujeres que son el reflejo de los padres, repitiendo los sentimientos que conocieron con sus respectivos padres, creándose así relacione desde la codependencia es decir desde emociones negativas que forman parte de nuestra personalidad producto de experiencias no integradas en la infancia que nos marcaron y que condicionan negativamente nuestro presente en forma de:
Cada uno de los miembros de la pareja va a repetir su propio modelo aprendido, y no será sino cuando los identifiquemos con claridad que podremos, desde la posición de adultos, modificarlos, sustituirlos o ignorarlos.
También es importante para la solución de los conflictos en la relación de pareja conocer cuáles son:
Que tiene cada miembro, ya que cuando se unen dos personas para convivir, se están uniendo también dos sistemas familiares que se van a reflejar las lealtades inconscientes que tengan con sus ancestros en el área de comportamiento con la pareja; solo la mirada sistémica reintegrando a los excluidos de cada sistema le va a dar la fuerza a cada uno para compensar los desórdenes que descubran.
Según los Órdenes del Amor de Bert Hellinger las parejas anteriores pertenecen a nuestro sistema y hay que reconocerles ese lugar, tomar los aprendizajes positivos de la relación para llevarlos a la nueva relación y devolverles lo negativo que no nos pertenece, para de esa manera cerrar ese ciclo y poder ir con fuerza a un nuevo encuentro con otro individuo.
Es una oportunidad para que sus miembros descubran su mundo mental- emocional oculto. Ninguna relación de pareja nos va a dar aquello que no nos damos nosotros mismos.
Solucionar un conflicto de pareja es un trabajo de dos, donde cada uno debe tener la disposición a mirarse en el reflejo del otro, para descubrirse y hacer lo necesario para transformarse y luego establecer acuerdos que le permitan sostener o no el convivir juntos. Si ocurre la separación cada individuo debe hacer el adecuado cierre de ese ciclo antes de entrar en una próxima relación.
Escrito por: Dra. Edda Mujica Riera
Tu carrito está vacío.